La industria cárnica es el cuarto sector industrial de España. Con unas ventas de 26.207 millones de euros en 2018, 6.000 millones de euros de exportaciones y casi 100.000 empleados directos, es la industria que encabeza todo el sector alimentario español.
La industria cárnica española está formada por mataderos, salas de despiece e industrias de elaborados, con un tejido industrial constituido por cerca de 3.000 empresas, distribuidas por toda la geografía española, especialmente en zonas rurales. Aunque una parte significativa del sector son pequeñas y medianas empresas, esto no ha impedido el desarrollo y consolidación de grandes grupos empresariales, algunos de ellos líderes a escala europea, según cifras de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España.
La producción conjunta de todas estas empresas hace que la industria cárnica ocupe con diferencia el primer lugar de toda la industria española de alimentos y bebidas, representando una cifra de negocio de 24.000 millones de euros, el 22,3% de todo el sector alimentario español.
Esta cifra de negocio supone el 2,2% del PIB total español (a precios de mercado), el 13,6% del PIB de la rama industrial y el 4,1% de la facturación total de toda la industria española. El empleo sectorial directo de estas empresas, más de 85.000 trabajadores, representa el 24,3% de la ocupación total de la industria alimentaria española.
El crecimiento está en el mercado internacional
Así pues, la industria cárnica española es un sector estable y consolidado que no ha parado de generar puestos de trabajo en los últimos años. En poco más de un cuarto de siglo, de no hacer ventas exteriores España se ha convertido en el primer sector exportador de la industria agroalimentaria del país y en una potencia en el mercado mundial. En 2018 el sector exportó 2,35 millones de toneladas de carne y elaborados por valor de 5.976 millones de euros, con una balanza comercial del 528%. Con estas cifras se repite el crecimiento de 2,5% en volumen, pero se estancan las ventas respecto a 2017.
Con la mirada puesta en el comercio exterior, las exportaciones de porcino encabezan el sector con un crecimiento del 123% entre 2014 y 2018. El 40% de esta producción ya se envía fuera de España, lo que ha situado al país como el tercer exportador mundial de carne de cerdo. A todo esto, en 2018 se alcanzó el hito de producción de 4,5 millones de toneladas de porcino. Otro gran crecimiento en exportaciones durante este periodo se ha dado en los productos elaborados, que han aumentado un 45%.
En 2017, por primera vez en la historia, se superaron los 1.000 millones de euros de facturación exterior y en 2018 se ha batido el récord de 200.000 toneladas.
En cuanto al destino de la carne producida, hay que señalar que cerca del 60% de la producción de porcino es para consumo directo y el 40%, para consumo industrial. En el caso del vacuno y el ovino, la práctica totalidad (92% en bovino y 98% en ovino/caprino) es para consumo directo.
En el caso del mercado interno de España, la situación cambia por completo. Se trata de un mercado muy maduro y estable donde el consumo no tiene demasiado margen de crecimiento, por lo que la eficiencia, la reducción de costes y la competitividad son la clave para mantenerse en el mercado.
Así, es necesario destacar que la producción cárnica de España representa el 3,83% de la producción mundial, consolidándose en estos últimos años como el cuarto mayor productor de carne de porcino por detrás de China (que por sí sola produce el 48,1% de la carne de cerdo de todo el mundo), EE UU (10,5%) y Alemania (4,9%). La carne de vacuno ocupa el tercer lugar mundial en volumen y en la de ovino, España es el segundo productor europeo.
Fuente Interempresas